Durante el verano se multiplican las ocasiones en que se come fuera de casa, ya sea porqué se está de vacaciones, se hacen reuniones familiares o se queda con amigos. Además, este año más que nunca, la gente quiere reencontrarse con los seres queridos y recuperar un poco esa sensación de normalidad tan ansiada.

Comer fuera de casa con seguridad es posible. Los restaurantes y bares están aplicando medidas para garantizar la seguridad de sus comensales, como reducir el aforo o limpiar y desinfectar regularmente todas las superficies del establecimiento. De todas formas, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones para reducir al mínimo el riesgo de contagio.

Antes de salir a comer fuera de casa es recomendable llamar al establecimiento para reservar, averiguar si hay alguna limitación en el número de personas que pueden ir a comer o preguntar los horarios del local. Además, es preferible estar en espacios al aire libre y sin humo, pero si se tiene que estar en un espacio cerrado es importante que esté muy bien ventilado.

La higiene de manos sigue siendo una de las principales medidas de prevención ante el coronavirus. Antes de salir de casa es recomendable lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Asimismo, es importante lavarse las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica antes de comer, después de ir al baño, después de toser o estornudar, o después de tocar superficies compartidas de contacto.

Es recomendable mantener la distancia de seguridad de al menos 1,5 metros con las personas que no se convive, y por lo tanto siempre que se pueda se deben evitar los sitios muy concurridos, así como los buffets. Aunque el restaurante esté tomando las medidas higiénicas y de protección adecuadas, los buffets son una posible fuente de contagio ya que el sitio donde se coge la comida es compartido.

Aunque se deben seguir tomando precauciones y extremando las medidas de higiene, comer fuera de casa puede ser una ocasión para recuperar la sensación de normalidad.