La neumonía es una enfermedad respiratoria que causa la inflamación de los pulmones debido a la presencia de una infección por bacterias como el Streptococcus pneumoniae, pero también por los virus que causan la gripe, la varicela, el sarampión, la tosferina o el COVID-19. A pesar de ser una enfermedad totalmente tratable y prevenible, es la principal causa de mortalidad por infección en adultos y niños en todo el mundo. En 2019 causó 2,5 millones de muertes, de las cuales más de 600.000 eran niños menores de 5 años, y en 2020 la adición de las muertes por COVID-19 llevaron a asociar la neumonía a más de 4 millones de defunciones.

Esta enfermedad afecta a todos los países, aunque dos terceras partes de las muertes por neumonía se producen en países en desarrollo principalmente del África subsahariana y la India, donde afecta en mayor medida a niños menores de cinco años. En cambio, en los países de ingresos altos las mayores tasas de mortalidad las presentan adultos mayores de 70 años.

A nivel mundial, una tercera parte de las muertes por neumonía están asociadas a la mala calidad del aire, lo que hace que la polución sea el principal factor de riesgo de muerte por neumonía en todos los grupos de edad. La falta de acceso al agua para la higiene y las bajas temperaturas, así como la malnutrición infantil, el tabaquismo o el bajo peso al nacer también son factores de riesgo de neumonía.

Como cada año, el 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Neumonía, para sensibilizar a las personas sobre esta enfermedad y buscar que los países ayuden en su prevención y tratamiento mediante jornadas de vacunación, inversión en equipos y compra de medicamentos.

En la actualidad existen vacunas eficaces que previenen las principales causas de neumonía en niños y adultos. Asimismo, mejorar el acceso al agua potable, reducir de la contaminación, garantizar una nutrición infantil adecuada y mejorar las prácticas de la lactancia pueden ayudar a proteger la población infantil y prevenirla contra la neumonía. Por otro lado, el diagnóstico precoz de la enfermedad es esencial para un tratamiento eficaz, por este motivo es de gran importancia garantizar el acceso a los sistemas de salud y mejorar su calidad.