Las legumbres son las semillas comestibles que se encuentran dentro de los frutos en forma de vaina de las plantas leguminosas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación solo se consideran legumbres las semillas que se cosechan totalmente maduras, es decir cuando están secas, como los garbanzos, los frijoles o las lentejas.

Las legumbres son un alimento con un gran valor nutritivo, y para crear mayor conciencia pública sobre sus beneficios nutricionales y medioambientales, el año 2016 se proclamó como Año Internacional de la Legumbres. Posteriormente, en 2019 la Asamblea General de la ONU proclamó el 10 de febrero como Día Mundial de las Legumbres, con el objetivo de reconocer el potencial que tienen estas semillas para contribuir al logro de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y a varios de sus objetivos.

El cultivo de las legumbres es importante para el desarrollo agrícola y alimentario de las personas, ya que promueve la seguridad alimentaria y tiene beneficios medioambientales, además de tener un alto valor nutricional. Estas semillas son una fuente muy importante de proteína de origen vegetal, lo que permite que personas con pocos recursos, cuyo acceso a la carne, los lácteos o los huevos es limitado, puedan consumir proteínas. Por este motivo, las legumbres forman parte de la gastronomía de todo el mundo.

Además, las legumbres tienen un bajo contenido en grasas y son ricas en fibra, lo que reduce el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, su consumo ayuda a prevenir la aparición enfermedades como la diabetes o los problemas cardiovasculares, y a combatir la obesidad.

Las propiedades nutritivas de las legumbres hacen que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomiende el consumo de dos a cuatro raciones a la semana, lo que ayuda a fomentar una dieta más saludable y sostenible.